El final de la vida de un barco llega cuando deja de usarse con su propósito original. Ya sea por deterioro, abandono o conversión, u otro motivo. Por el contrario, hay barcos que se conservan lo suficiente hasta conseguir el patrimonio cultural, convirtiéndose en reliquias de navegación. En Alaymar, te contamos cuál es la vida útil de una embarcación y cómo alargar el tiempo de uso.

En general, la vida útil de un buque es de unos 25 a 30 años, aproximadamente. El valor del mantenimiento y de los seguros hacen que las embarcaciones con estos años ya no sean rentables de mantener en funcionamiento. Por lo tanto, en este momento, llega el fin de la vida del barco y su coste reside en las toneladas de acero de su casco.

Consejos para alargar la vida útil de un buque

La madera

La madera es un material frecuente en las construcciones navales. Suele utilizarse madera de teca, que bien cuidada puede tener una vida útil de 10 y 20 años, aplicando las técnicas de limpieza adecuadas. Debes usar un cepillo de cerdas suave y frotar de forma transversal para evitar el desgaste del material.

Los buques que cuentan con una cubierta de madera, son más vulnerables al desgaste del agua dulce y fría, al sol y al golpe del agua. La falta de ventilación es otra causa que deteriora el material, por lo que asegúrate que cubres la embarcación con materiales transpirables, que impidan la formación de moho.

El motor

Esta es la parte más costosa de un barco y, en el caso de avería, la que más cuesta arreglar o reemplazar. Para motores diésel, es necesario que se les realice un mantenimiento anual que incluya un cambio de aceite y reemplazo de los filtros de combustible. 

Más frecuentemente, se deben realizar revisiones en la correa de transmisión, en el cableado general para asegurar que no haya conexiones flojas o dañadas y el líquido refrigerante. Un motor suele tener una vida útil de 15 a 20 años y las baterías entre 3 y 5.

Las velas

Si la embarcación tiene velas, antes de zarpar se debe revisar que no cuenten con daños en las costuras ni roces, cortes o desgarros, ya que al iniciar el movimiento del barco veremos el daño y no podremos continuar con nuestra marcha.Los terminales y los accesorios, deben de estar libres de óxido, así como el mástil y las poleas.

Entradas recomendadas