
Los barcos y la gestión de residuos
¿Alguna vez te has preguntado cómo se lleva a cabo la gestión de residuos en embarcaciones? Evitar la contaminación del medio ambiente es uno de los objetivos que todos los buques, con independencia de sus características, deben perseguir.
Para ello, toda la regulación en torno a esta cuestión queda representada de acuerdo con la orden del Ministerio de Fomento. Sentando las bases para regular los vertidos de aguas sucias. Así como los restos orgánicos de comida y de cualquier otro tipo de elemento que sea susceptible de contaminar. Es importante conocer que todas las embarcaciones están sujetas a la orden ministerial. Ésta es la encargada de regular y prevenir la contaminación del mar.
Residuos y desperdicios de materias orgánicas
- Debemos retener y conservar a bordo de nuestro buque todos nuestros residuos. Para ello, utilizaremos los tanques de recepción y contenedores adecuados. Una vez en el puerto, debemos depositarlos en los contenedores habilitados para tal fin.
- Los residuos de carácter peligroso se deberán depositar en un Punto Limpio.
- Para los residuos de hidrocarburo se debe acudir a la instalación MARPOL más próxima.
- Se prohibe por completo arrojar restos de comida a menos de 12 millas de la costa.
¿Qué ocurre con las aguas sucias?
Existe un régimen de descarga de aguas sucias de acuerdo a la distancia de la costa. Así como al equipo que tenga cada buque. Está permitida la descarga de aguas sucias en los siguientes supuestos:
- Dentro de las tres millas de la costa se pueden descargar. Siempre que no contentan sólidos ni coloración.
- De las tres a las doce millas, cuando las aguas hayan sido trituradas y desinfectadas.
- Más de doce millas si no se pueden desmenuzar o triturar.
En el caso de que se trate de aguas oleosas, aceites y, en general, basura, existe un protocolo para ello. Su regulación depende de manera directa de los protocolos internacionales. Bajo ningún concepto los plásticos, aceites o combustibles pueden ser descargados en el mar.